Desde que la normalidad de la que hacíamos parte desapareció, la prioridad del mundo educativo se volcó hacia la salud y seguridad de los estudiantes, de ahí que regresar a las aulas de la manera en que la conocíamos aún dista bastante, y los retos son inmensos comenzando por la alternancia.

El regreso a las aulas ha sido todo un reto para cada una de las instituciones y para las autoridades educativas, pues estudiar, analizar, planear las estrategias, los protocolos y todo lo que se debe tener en cuenta para el regreso a las aulas, no es un trabajo fácil.

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La alternancia

El solo modelo de la alternancia ya supone un reto, pues las opiniones están divididas y a medida que pasa el tiempo, parece no haber un consenso pues algunos padres apoyan la posibilidad que sus hijos retornen al colegio cuidando al máximo los protocolos de bioseguridad, los demás ven totalmente como un absurdo enviar a sus hijos al colegio con el riesgo de la pandemia aún latente.

Pero la mayoría está de acuerdo en que es necesario atender los efectos que el confinamiento conlleva en la salud mental y en el proceso de desarrollo de cada uno de los estudiantes. La virtualidad no reemplaza los beneficios que traen las interacciones que son posibles en la experiencia educativa para el desarrollo integral de las personas.

El día a día de los estudiantes en el colegio es parte del fundamental del proceso educativo, las risas, jugar y compartir en los descansos, las charlas del día a día, la tensión de las tareas, las exposiciones, las bromas, etc.

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Los retos

• En primer lugar, indiscutiblemente es la prevalencia de la salud frente a la cercanía entre las personas con los menores riegos posibles y aprovechando las bondades de los avances tecnológicos.
• Centrar esfuerzos en asegurar la continuidad formativa garantizando la equidad, y frenando la deserción escolar.
• Diseñar medidas pedagógicas para evaluar la formación y generar mecanismos de apoyo al aprendizaje de los estudiantes en desventaja y escalar la digitalización.
• Redefinir los objetivos de aprendizaje en cada área y grado.
• Acelerar el proceso de formación de los docentes en ambientes virtuales de enseñanza y aprendizaje.
• Fortalecer las escuelas de familia como un espacio necesario de relación entre escuela y comunidad.
• Identificar las necesidades de inversión para garantizar el distanciamiento social, la limpieza, desinfección y el acceso a servicios sanitarios básicos.
• Nuevos métodos de enseñanza, para lograr un buen proceso educativo mediado por la virtualidad, se tienen que fortalecer en las aulas operaciones como síntesis, discernimiento, análisis y contrastación.
• Es necesario que el alumno tenga un rol protagónico en los procesos de enseñanza-aprendizaje. Esto, sumado al acompañamiento de los docentes y el buen uso de las TIC, fortalece la calidad educativa.
• Hay que realizar inversiones en infraestructura que permita el regreso a las aulas de todos los estudiantes; en capacitación tecnológica y pedagógica para el personal docente; en aumentar las cifras de conectividad y en ampliar las posibilidades de que profesores y estudiantes puedan continuar con los procesos educativos.